Mujeres en el Olvido es un espacio para recuperar las voces de mujeres silenciadas por la historia. Científicas, artistas, pensadoras e inventoras que marcaron el mundo y no recibieron el reconocimiento que merecían. Reivindicamos su legado con mirada feminista.

Mária Telkes: la mujer que inventó la energía solar y la historia olvidó

En los márgenes de los libros de historia, donde pocas veces se nombra a las mujeres que cambiaron el mundo, se encuentra Mária Telkes, una mente brillante que imaginó el futuro cuando aún nadie hablaba de sostenibilidad. Su nombre no suele aparecer en las clases de ciencia, ni en las grandes narrativas sobre energía limpia, pero sin ella, probablemente no estaríamos tan cerca del sueño de un mundo alimentado por el sol.

la mujer que inventó la energía solar

Una mujer adelantada a su tiempo

Mária Telkes nació en Hungría en 1900. Desde muy joven mostró una gran pasión por la ciencia, y no tardó en doctorarse en física y química. En una época donde las mujeres no tenían lugar en los laboratorios, ella decidió crear el suyo propio. Se mudó a Estados Unidos en los años 20, cargando no solo con su equipaje, sino también con una visión que transformaría la historia de la energía.

Telkes no solo fue una científica: fue una rebelde. Mientras el mundo giraba en torno al petróleo y el carbón, ella se preguntaba si no había una fuente de energía más limpia, más abundante y menos destructiva. La respuesta estaba frente a sus ojos cada mañana: el sol.

La primera casa solar del mundo… hecha por dos mujeres

En 1947, cuando la mayoría ni siquiera imaginaba una casa sin calefacción a gas o leña, Mária Telkes y la arquitecta Eleanor Raymond construyeron en Massachusetts la primera vivienda autosuficiente con energía solar: la Casa Dover. Fue un hito sin precedentes. Esta casa no solo captaba la energía del sol, sino que también la almacenaba para mantener caliente el interior durante los duros inviernos.

Dos mujeres, sin grandes presupuestos ni la maquinaria del sistema científico tradicional detrás, lograron lo que muchas instituciones ni siquiera se atrevían a intentar. ¿Y cuál fue la reacción del mundo? Silencio. O peor aún: apropiación de sus ideas por parte de colegas hombres que pasaron a la historia con méritos que no les pertenecían.

Inventora imparable

Pero Mária no se detuvo ahí. Inventó dispositivos como el generador termoeléctrico solar, capaz de transformar el calor solar en electricidad de forma directa. También diseñó un destilador solar portátil para convertir agua salada en potable, útil en zonas rurales o en barcos. Su trabajo fue especialmente valioso durante la Segunda Guerra Mundial, donde sus inventos fueron utilizados por soldados en situaciones extremas.

Cada avance de Telkes era un paso más hacia la independencia energética, hacia un mundo más limpio y justo. Pero también era una batalla contra un entorno machista que dudaba de sus capacidades, que la relegaba a los márgenes, que se quedaba con sus logros mientras la mantenía invisible.

Una historia de resistencia

Mária Telkes nunca dejó de trabajar, ni de imaginar nuevas formas de usar la energía solar para mejorar la vida de las personas. Falleció en 1995, cuando el mundo comenzaba, recién, a hablar de energías renovables con seriedad. Hoy muchos la llaman "la madre de la energía solar", pero durante décadas su nombre fue silenciado en los espacios que ella ayudó a construir.

Su historia no solo nos habla de ciencia, sino también de injusticia, de resistencia y de la necesidad urgente de rescatar del olvido a las mujeres que abrieron caminos en la oscuridad.

Porque cada vez que un panel solar genera electricidad limpia, hay un poco de Mária Telkes brillando detrás de esa tecnología. Porque cada vez que soñamos con un futuro más justo y sostenible, su legado sigue vivo, aunque el mundo aún no le haya dado el lugar que merece.

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