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Nellie Bly: La periodista que dio la vuelta al mundo (y a la historia)

¿Qué pasa cuando una mujer decide romper todas las reglas en un mundo que espera que se quede callada? La historia de Nellie Bly y su paso de las noticias a una aventura increíble es la respuesta perfecta a esa pregunta.

Nellie Bly: La periodista que dio la vuelta al mundo (y a la historia)

Una mujer con una libreta... y una misión

El 14 de noviembre de 1889, una joven periodista de apenas 25 años, llamada Nellie Bly, abordó un barco en Nueva York con un objetivo tan ambicioso como inverosímil: dar la vuelta al mundo en menos de 80 días, al estilo del personaje ficticio Phileas Fogg, de Julio Verne. Pero esto no era ficción.

Nellie no llevaba acompañantes, ni maletas elegantes, ni privilegios. Viajaba sola, con un pequeño bolso de mano, un único vestido y una mente afilada para observar, preguntar y contar. Su único lujo era su libreta de apuntes, esa que llenaría con cada paso de una travesía que haría historia.

Lo logró en 72 días, 6 horas, 11 minutos y 14 segundos.

Pero su hazaña no fue solo un récord de velocidad. Fue una declaración de independencia, una revolución desde el periodismo, y un desafío directo a lo que el siglo XIX creía que una mujer podía (o debía) hacer.

¿Quién era Nellie Bly antes de dar la vuelta al mundo?

Nellie Bly no nació con ese nombre. Su verdadero nombre era Elizabeth Jane Cochran, y llegó al mundo el 5 de mayo de 1864, en Pensilvania, Estados Unidos. Su infancia no fue fácil: perdió a su padre a los seis años y creció en un hogar con muchas dificultades económicas. Desde joven, supo que el mundo no sería generoso con ella, así que decidió enfrentarlo con inteligencia y tenacidad.

Adoptó el seudónimo Nellie Bly al comenzar a escribir para el periódico Pittsburgh Dispatch, tras enviar una carta de queja a un columnista que afirmaba que las mujeres debían quedarse en casa. La redacción quedó tan impresionada por su respuesta que le ofrecieron un puesto.

En una época en la que las mujeres solo escribían sobre moda o cocina, Nellie se metió en fábricas, habló con trabajadoras, expuso abusos laborales y denunció desigualdades. Su enfoque audaz e inmersivo la convirtió rápidamente en una reportera reconocida.

Y eso era solo el comienzo.

El reportaje que cambió su vida (y la psiquiatría)

Antes de embarcarse en su famoso viaje alrededor del mundo, Nellie Bly ya había causado sensación con un artículo que sería clave en su carrera: se infiltró como paciente en un hospital psiquiátrico femenino de Nueva York para investigar denuncias de maltrato.

Durante 10 días fingió estar enferma mentalmente para ingresar al Asilo de Mujeres de Blackwell’s Island. Lo que descubrió fue escalofriante: condiciones inhumanas, abuso físico, alimentación podrida y negligencia médica.

Su artículo, publicado bajo el título “Diez días en un manicomio”, sacudió al país entero. No solo generó reformas en el sistema de salud mental, sino que consolidó a Nellie como pionera del periodismo de investigación encubierto.

Un viaje contra el reloj y el prejuicio

Cuando propuso a su periódico, New York World, la idea de recorrer el mundo siguiendo el ejemplo de Julio Verne, la respuesta inicial fue: “una mujer no puede hacer eso sola”.

Ella respondió que si no la dejaban a ella, otro medio lo haría. Y tenía razón. El periódico aceptó, y así comenzó una carrera global, que el mundo siguió día a día con ansiedad.

Su ruta incluyó Inglaterra, Francia (donde conoció al propio Julio Verne), Egipto, Sri Lanka, Singapur, Hong Kong y San Francisco. En cada destino, observaba, preguntaba, anotaba y enviaba reportes. Su historia cruzaba fronteras… y derribaba prejuicios.

El recibimiento en Nueva York fue triunfal. Pero lo más importante es que millones de mujeres en todo el mundo vieron en ella una posibilidad que hasta entonces parecía impensable.

Una voz que no se apagó

Nellie no se conformó con una gran historia. Durante su vida, cubrió conflictos internacionales, entrevistó a figuras como Susan B. Anthony y siguió escribiendo sobre injusticias sociales. Incluso, llegó a dirigir una fábrica y escribir sobre los derechos laborales desde dentro del mundo empresarial.

Murió en 1922, pero su legado sigue vivo. En cada periodista que se atreve a salir de la redacción, en cada mujer que no espera permiso para actuar, en cada historia que se cuenta con valentía, hay un poco de Nellie Bly.

¿Por qué sigue siendo tan importante?

Porque Nellie Bly no solo narró historias: las vivió. Y al hacerlo, transformó el periodismo, visibilizó injusticias, y rompió el molde de lo que se esperaba de una mujer en su tiempo.

Su ejemplo inspira no solo a periodistas, sino a cualquier persona que quiera cambiar el mundo con una libreta, una idea y un poco de coraje.

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